.

9.10.07

Mañana

María Martínez Marentes

Lo peor es el día siguiente. Se ven pero no quieren ser vistos mirando. Buscan diferente, distinto. Con otros ojos y otro olfato. Ya no son extraños, ya no son.... Son algo que no tiene nombre; confidentes de un secreto. No lo niegan, no confirman. Se ven pero no admiten estar mirando. Parece un sueño. Ella duda y él también. Nadie sabe.
Lo peor es ese día, que no hay palabras pero hay miradas. Poco a poco se va olvidando. Pasa el tiempo y pasa el viento. Pasa. Se convierte en un recuerdo distante pero sabe, sigue el sabor en sus bocas y en sus mentes. No se va. Se va a medias. Se duda. Nadie sabe. Ella confirma su locura y él no sabe que pensar. Fueron uno y ahora son dos.
Lo peor es lo que sigue, cuando se conocen las historias. Cuando se le da un nombre, cuando se oculta y es tachado: algo que no debió de haber pasado. Hipocresía por no admitir que ambos querían y que es más, lo repetirían. Pero no...
Le gustó, se gustaron y pasó. Nada más. No hay historia. No hay pasado. No hay fututo. Fueron uno y ahora son dos.

2 comentarios:

Christian Ibarra dijo...

muy bueno.

Anónimo dijo...

fueron uno y ahora son dos!