Ashauri López

Sin música , no sirve...

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Bastidores como ventanas de tiempo

(Hemingway bebe Ajenjo)

Viejos viajes a la distancia, niños perdidos en papel translúcido, gargantas hinchadas, pañuelos que extirpan la magia del viento helado, todos se van, ellas se van…

Sus faldas de niñas en pradera y ellas se van…

Sus ojos curiosos en la madera de antañas escaleras, ellas se van…

Y sin ningún pudor se desnudan en la rivera y se van…

Tiempos de adobe, calor de chimenea hinchada de humo, tosemos las partituras de una noche con chocolate y galletas de coco, todo es tan clásico, mi amor de clásicos tintes en adobe de mármol pulverizado, y que lo amasan, budistas sin descanso…

monjes de montaña helada, todo es tan clásico…

Todo esta hinchado.

La vieja ruleta del viaje del año pasado,

vuela

y tú me das un beso de verano.

Pobres de nosotros éramos tan ingenuos, no sabíamos que nos quedaríamos tan solo en el recuerdo, en una pintura que pinta un pintor enfermo, con pinceles duros, y que gritan:

“bailen pequeños niños de barro, bailen que todo se va a algún día y la vida no espera a los que temen de ruletas, de besos, de faldas alzadas, de espiar a las niñas que se encueran en la rivera, vuelen, somos pan con agua adulterada, llena de pedacitos de piel.

Niñas encueradas…”

Somos

Somos

Y no dejamos de serlo

Somos

Somos

Y tal vez seamos eternos

Somos somos

Un pincel que se congela entre tus piernas

(Humedeces tus labios)

gorrión hecho de coágulos humanos.

Somos somos

Libro cerrado de angustias y maternos

(tus labios son como dos crisantemos)

los días en letras negras, rasgadas, niñas encueradas

Somos somos

Rivera de rió que espía

(sin embargo el pincel no pinta dichas, solo suspira tintas)

Focos rotos…

Libros rotos…

Niños…

rotos…

Un acordeón.

Tose.

Eres rastro de calores vacíos.

Mi amor no llores, igual y un día te pinto.