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9.12.07

El relincho de la pantera tras barrotes.
El sueño en que florecen los frutos
que pueblan el bendito, prometido,
bien ganado infierno.
El deseo de ser hijo de mí mismo.
El viñedo que deseó embriagarse
antes de que los hortelanos
planearan la cosecha.
Dicen que debería aprender de otros
ícaros más sabios,
sobrevivientes, mediocres.
Y qué si quiero que mis alas sean
frágiles para caerme solo
y tener la satisfacción
de levantarme con muecas doloridas
y decir con las uñas solamente
"¿alguien puede darme un vaso de agua?"

Emiliano Álvarez

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